¿Qué quiero ser cuando sea grande?

Hoy fue uno de esos días en los que la vida me regresa al origen de todo, poniendome en situaciones en las que me hace sentir plena y reconocer lo que soy. Desde dar un show en la calle que tuvo de única expectadora, una niña de unos dos años que me vió con cara de emoción cuando pasé frente a su casa, orientar a una turista que perdió su forma migratoria y temía tener problemas al llegar a la frontera; y poder preguntarle a Hilario Chi lo qué había sido para él lo más significativo al hacer el análisis de su traducción y sentirme como me sentí con su respuesta.
No es que lo que me gusta me defina, sino lo que me hace sentir así. Porque me tocó ser tan compleja y amar tantas cosas a la vez. Y lo digo, como lo dijo hace poco quien se fue a dar un workshop  de Burlesque a Mty, con un poco de tristeza y nada de soberbia.
Me duelen mucho las piernas y mi mejor amigo no ha parado de hacerme bullying por ser testigo de verme como según él nunca creyó hacerlo. Por fin pude comunicarme con Crème brûlée y creo que pronto tomaré las mismas deciciones que ella. Por si les interesaba saber (ya sé que no). Pues eso.

"Te amo tanto que te comería".

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