No puedo pasar tiempo alejada de las personas que me importan. Cuando creo lazos que van más allá de lo material, no puedo hacerlo. Sin importar lo que haya pasado o como hayan terminado las cosas, no puedo hacerlo.
No puedo vivir en tensión con otros seres que amé en algún momento o con quien compartí sentimientos que han trascendido en mi ser. El orgullo nunca ha sido el problema, mis miedos sí. Mis miedos y mi vacilación. Mis fantasías, lo que espero que suceda. Todo eso solo genera ansiedad y la ansiedad crea separación.
Tampoco me es sano inferir, dar por sentado, declarar lo que el otro piensa o siente sólo por lo poco que puedo llegar a ver sobre su existencia. No puedo vivir el proceso de otro, pensar lo que le debe estar pasando y como eso me afecta a mi sin tener la certeza.
Lo que hoy me decido hacer, lo que hoy siembro, pensé que era lo más difícil...y no. El verdadero reto apenas comienza. Porque ahora toca poner a prueba todo lo que he aprendido, guiarme a mi misma por el sendero de la paz y el amor y dejar la mala onda y ansiedad que tanto mal me han hecho esta vez.
Hoy decido cambiar de actitud, ver las cosas de otra manera. Respetarme, y respetar a los demás. Y dejar la mala onda, la intensidad y las ganas de tener el control de todo lo que nos pasa.
Amo profundamente tu existencia, de cualquier manera que esta tenga que reflejarse en mi vida.
No puedo vivir en tensión con otros seres que amé en algún momento o con quien compartí sentimientos que han trascendido en mi ser. El orgullo nunca ha sido el problema, mis miedos sí. Mis miedos y mi vacilación. Mis fantasías, lo que espero que suceda. Todo eso solo genera ansiedad y la ansiedad crea separación.
Tampoco me es sano inferir, dar por sentado, declarar lo que el otro piensa o siente sólo por lo poco que puedo llegar a ver sobre su existencia. No puedo vivir el proceso de otro, pensar lo que le debe estar pasando y como eso me afecta a mi sin tener la certeza.
Lo que hoy me decido hacer, lo que hoy siembro, pensé que era lo más difícil...y no. El verdadero reto apenas comienza. Porque ahora toca poner a prueba todo lo que he aprendido, guiarme a mi misma por el sendero de la paz y el amor y dejar la mala onda y ansiedad que tanto mal me han hecho esta vez.
Hoy decido cambiar de actitud, ver las cosas de otra manera. Respetarme, y respetar a los demás. Y dejar la mala onda, la intensidad y las ganas de tener el control de todo lo que nos pasa.
Amo profundamente tu existencia, de cualquier manera que esta tenga que reflejarse en mi vida.