Sueños de Septiembre

Lindo, me desperté con una sensación agradable por que te ví hoy día.

Yo no sé hasta que grado esto es imaginario o real porque por tu condición y la mia, las veces que te he soñado soy muy consciente.

Al grano. Dormíamos de cucharita como de costumbre. Como de costumbre cuidando las distancias y al mismo tiempo dejandote llevar. Tus abrazos siempre han sido tan cariñosos, diferentes, libres. Con una carga grande de sentimiento, ese sentimiento y energía que le pasas a una persona cuando sabes que pronto la dejarás de ver. En fin, me jugabas las mechas rojas y me decías, también como de costumbre, "Ven acá te abrazo" y me revisabas el cabello diciendome "Mira lo que te has hecho en el pelo, loquita".

Ya pues. Extraño verte dormir. No he visto en la vida alguien que se vea tan lindo durmiendo como tu. Te extraño todo, extraño que llegues y me abrazes de sorpresa dejandome sin saber donde poner mis manos. Extraño ver las señas obsenas de los demás cuando hacías eso. Pfff extraño dormir contigo.

Voy a hacer una confesión. Dormir contigo en una cama individual, nada comoda (Christián! Cambia ya los putos colchones y muebles caray!) usando de sabana un saco mochilero de dormir me es más cómodo que dormir en una cama matrimonial decente yo sola. Ni la espalda dolía cuando estaba contigo.

Tal vez Xicia tenga razón y sí me enamoré.
Quién sabe, el tiempo que te tuve te disfruté.
Besos infinitos hasta La Patagonía.

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