¡Vive! , pero vive de verdad


Una vez que comprendes que cada quien es dueño de su propio sufrimiento y nadie depende de ti, te deshaces de la pesada culpa. No se puede vivir a plenitud con sentimientos de culpa.

Una vez que entiendes que sufrir y estar triste es una perdida de tiempo, aprendes a ser feliz y valorar lo que posees aun en la adversidad.

La vida es demasiado corta para pasarla llorando o en depresión. Sal a la calle, vive tu vida, haz lo que quieras sin dañar a nadie, vive como quieras, cree en lo que quieras, recibe los rayos del soy. Sonríele a un extraño, ¡abraza!, besa, apapacha, perdona, supera. Y nunca pero nunca dejes de hacer lo que realmente deseas por miedo a las consecuencias o a lo que piensen los demás. ¿Qué importa la sociedad?. No es bueno quedarse con las ganas de hacer algo.  Te lo digo yo. Es mejor enfrentarse al mundo que quedarse con las ganas.

Vive, no solo existas.


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