El tiempo, como todo, es algo subjetivo, ambiguo tal vez.
Lo que para uno es mucho tiempo, para otro es poco. "Todos te van a aconsejar cosas distintas".
La otra hija de Afrodita dice que no es nada, el teach dice que ha pasado tanto y eso me cala en la inseguridad.
Me hace recordar nuestras ansias de vernos. A veces, con tantas ganas, parecía eterno el pasar de los días, pero cuando teníamos lapsos de cordura, el tiempo se nos escapaba de las manos.
Mi one and only solía usar los números de kabalah para todo. Decía, Fea, feita, si algo dura más de 21 días, es real. Si lo que siento por ti con toda su intensidad, sobrepasa ese límite, entonces eres para mi. Es como meter un nombre en un frasco con miel cuando la luna está a la mitad y dejar pasar esos 21 días (cuando una era joven y todos los problemas de la vida se arreglaban con eso). Ahora soy una bruja que ya no juega a ser Dios. Una que sólo ayuda pero no usa nada de ese conocimiento para arreglarse la vida.
Quizá debí dejar que Velvet me leyera las cartas cuando me lo ofreció, quizá no debería tenerle bloqueada mi vida personal a los videntes, pero no. Estamos bien así viviendo sin predisposiciones. Respirando a su momento.
Una cosa me lleva a la otra y termino hablando mi excentricidad.
Extraño tu forma de decir que sí.
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