Para Iken, otra vez.

II
Voy a intentar ser breve y lo más clara que pueda. Esta semana, por alguna extraña razón, ese tema me vino a la cabeza, más de lo acostumbrado. Y para ser honesta esta semana me sentí feliz pero no igual que las pasadas. Desde que todo tomó un rumbo más concreto y supimos que ambos nos queríamos, yo había estado volando muy alto en una nube, pero en los últimos días como que me bajé despacito y comencé a pensar. La verdad es que no lo había hecho. Todo se había dado de una forma tan bonita que lo que podía hacer era dejarme llevar sin pensar, pero eligiendo con consciencia. Contigo puedo ser yo misma y dejar que las cosas fluyan es como muy parte de mi.

Antes que nada quiero decir que no quiero que veas cualquier cosa que pueda escribir aquí como si te estuviera juzgando, atacando o algo parecido. No es mi intención.  Voy a hablar de las cosas desde mi perspectiva, así que lo que pueda decir tiene más que ver conmigo.

Quiero contarte unas cosas para que te des una idea del porque pienso y entiendo así las cosas. Yo también he pasado por ambas cosas, he estado en tu lugar y en el de ella, eso me permite entender mucho. Tuve una relación muy larga. Duró unos 6 años, de los cuales 2 fueron  pésimos, por no decir otra cosa. Ese fue el tiempo en el que yo estuve tratando de cortar eso, ese tiempo me tardé. Siempre volvía a lo mismo porque está persona no me dejaba en paz, se volvió algo enfermizo y controlador. No podía alejarme de él por más que pudiera, me sentía atrapada. Así que así yo terminará la relación, terminaba regresando porque era lo mismo estar con él que sin él. No todo fue malo, también la pasé muy bien, y creo que es la mejor persona con la que he estado hasta ahora, a pesar de que después enloqueció. Al principio me costaba mucho alejarme porque los apegos, la culpa, el cariño, la costumbre, la responsabilidad. Él se ponía muy mal cada vez y yo no podía cargar con ese peso de sentir que era mi culpa. Sé muy bien lo que es quedarte no por convicción, si no porque sientes que no puedes hacer otra cosa, que serías una persona egoísta y mala si te marchas. Además que todo el mundo y nosotros mismos ya nos veíamos casados, eso pesa, más cuando eres joven. Mira cuanto me tardé!!!. Ambos estábamos muy jóvenes y ninguno sabía bien como manejar esto. Curiosamente durante ese proceso me enamoré de alguien a quien también conocí por internet, antes de ti yo solía decir que la única persona de la que me había enamorado era de él, porque también se dio de forma rara. Nunca pudimos concretar nada, habían otras cosas de por medio y la distancia no era una de ellas. Pero eso me hizo tener la fortaleza para dejarlo ya que pensé "Esta vez no puedo estar con la otra persona pero, ¿Qué va a pasar cuando aparezca alguien con quien si pueda estar? Mejor cierro esto de una vez por todas y me voy a hacer super fuerte para no caer". Así fue como por fin lo hice. Quiero decir también que con mi ex ahora me llevo muy bien, hasta hace poco, porque siempre le costo a él hablar conmigo sin pelear. Pero ya estamos más grandes e incluso tuvimos que llegar al punto de pedirnos perdón por el comportamiento que tuvimos ambos los últimos años de nuestra relación. Va para 4 años que eso se terminó.

La otra, y creo que más fuerte que la anterior. No tuve más novios desde aquella, de hecho él es mi único ex como tal. Él año pasado salí con alguien, nada importante, duró medio año. Yo no lo quería, le tenía cariño, sí, pero nunca lo quise como tal, nunca me vi con él. No me gustaba que la gente pensará que estaba enamorada de él, porque no lo estaba, y no creía que alguien como él mereciera a alguien como yo. Me conoces, y sabes que no lo digo haciéndome la importante. Sólo estaba con él porque la pasaba bien, alguna cosilla teníamos en común y era bueno compartir. ¿Y sabes qué? Así como me sentía yo, se sentía él. Es más, creo que el poco cariño que yo le tenía era más de lo que él sentía por mi. Hace un año, justo en días de diciembre como estos, se fue, y no me dolió que se fuera, sino la forma en la que lo hizo. Simplemente desapareció juntos unos días antes de haberle dicho a las personas que yo era su novia. Apareció un día después de mi cumpleaños. ya se había mudado a otra ciudad y estaba viviendo con otra chica. En los años que tengo, jamás me había sentido de la manera en la que me sentí en ese entonces. Me dio como una depresión. Ego destruido, autoestima por los suelos, del amor propio ni hablemos. Me preguntaba a mi misma cómo es que me había dejado desvalorizar tanto, cómo me conformé con tan poco y cómo podía ser una persona tan mala como para hacerle algo así a alguien. Siempre me culpé a mí, nunca a él, yo fui la que dejó que pasara. Yo era perfecta (así me veía cuando pasó), no merecía cosas así. Fue difícil llevarlo, más que nada por la inseguridad que me había generado y por el rencor que sentía por él, pero hoy te puedo decir que puedo hablar de ello sin sentir nada, ni si quiera cosas negativas.

Lo primero que te conté, me hace entenderte.
Lo último es lo que más me hizo pensar esta semana. Porque aun que sé que no tengo mucho que ver, no podía evitar pensar que yo estaba lastimando a alguien de la forma en la que a mi me lastimaron y eso que conmigo no había amor de por medio. Me dejé llevar contigo y no me arrepiento, porque me diste la pauta para sentir que estaba haciendo lo correcto, que no había nada malo. Nunca sentí que estaba haciendo algo mal pero me asustaba pensar que pudiera estarme equivocando. Las cosas fluyeron tan bien solas, sin intensidad negativa, sin presión, sin intenciones y sin expectativas, que no quise detenerlas. Se sentía tan bien. Era como si todo embonara por si solo, no había necesidad de hacer nada porque solo se estaba construyendo. Normalmente cuando comienzo con alguien siempre siento inseguridad, estrés, me huelo las cosas malas y al final sí pasa. Dicen que si causa sentimientos negativos es porque no es lo correcto, contigo nunca sentí eso.

Luché por verte como eres. sin ponerte adjetivos míos, sin esperar nada, sin expectativas, sin salir corriendo a idealizar futuros. Tú sabes que yo también estaba mal cuando llegaste. Yo estaba trabajando en mí misma y sabía que había aún cosas que resolver, que no estaba lista para algo como esto, para volver a intentar estar con alguien.  Sin embargo con el tiempo, y mucho antes de darnos cuenta de lo que estaba pasando, sin darte cuenta me fuiste reparando, eso que me hacía falta trabajar se fue resolviendo. Quizá por eso me estaba costando tanto, quizá era algo que no podía hacer sola. Siempre quedó en mi la duda de saber si estaba lista. No quería hacerte responsable de mi felicidad, yo sabía que habían cosas que seguía trabajando y no quería usarte para llenar mis vacíos. Lo único que pido es eso, que si tu me quieres me quieras por lo que soy, no para llenar el lugar de alguien que haga falta. Soy feliz contigo porque tú puedes ver todo lo que soy, y te gusta lo que soy. Me haces sentir que cada parte de mi es buena, incluso las feítas. Eso es lo que más más más me gusta de ti. Que me aceptas con todo, me haces sentir querida, me haces sentir especial.

Quizá amor, estamos yendo muy rápido, quizá debemos ir más lento. Ya sé, bajar el ritmo que hemos llevado es como negarnos a ser nosotros mismos, es como no sentirnos nosotros, es como adaptarnos a lo que se nos pide que hagamos. ¿Tú que piensas? Lo que si creo es que tenemos que vernos. Sé que estás sacrificando mucho por mi y te aseguro que vas a recibir lo mismo por mi parte. A veces me siento mal por eso, siento que quizá estoy dando poco en este inicio, pero sé amor, que en cuanto pueda estar contigo voy a poder devolverte todo lo que me estás dando. ¿Y si antes de comenzar la caravana nos vemos? Seguimos el plan de vernos aquí y después vamos a la montaña. Sirve para conocernos mejor y planear todo con más clama, bajando el ritmo.
Dime que piensas.

Te quiero

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